viernes, 4 de abril de 2014

Convento de Santo Domingo, Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente

Un poco de Historia:
 
Entre las paredes del que fue convento de Predicadores se esconden muchas sorpresas. El edificio compuesto por el Refectorio y las cillas, sirve de sede al Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente (CDAMA), iniciativa que surge en 2002 para poner de manifiesto la íntima relación que existe entre Zaragoza y el Agua, la misma que mantuvieron los Dominicos desde su fundación en nuestra ciudad en 1216 al recibir Domingo de Guzmán, de manos del rey Jaime I, los terrenos para construir su Convento así como el derecho de pesca de esturión en el Ebro a su paso por nuestra ciudad.
 
Este templo fue gigantesco, el tercero en dimensiones de la ciudad después de El Pilar y La Seo, en longitud igualó a la de la catedral.
 
En 1250, la familia de alarifes de los Bellito trabajan en la iglesia monacal, continuando después otras generaciones de estos importantes albañiles mudéjares de Zaragoza con más obras del monasterio, entre las que destaca el Refectorio, construido aproximadamente en la primera o segunda década del siglo XIV.
Los frailes predicadores abandonaron su claustro en 1835. Dos años después, se hizo cargo del edificio el Ayuntamiento de la ciudad, demoliéndolo parcialmente. Al instalarse la Escuela preparatoria militar en 1888, termina de confirmarse la demolición de sus fábricas, con excepción del Refectorio, que se inserta en el nuevo edificio público diseñado por el arquitecto municipal Ricardo Magdalena.
 
Hoy sólo quedan en pie sus fachadas exteriores, tras haber sido utilizado como Museo de Bellas Artes, Casa Consistorial y Escuelas Municipales, hasta su vaciado en 1983 cuando se construye el actual Instituto por el Ministerio de Educación y Ciencia.
 
Entra, no te quedes fuera,  y sumérgete en un ambiente que, desde la restauración llevada a cabo por el arquitecto municipal D. Ricardo Usón, es un ejemplo de la nueva sensibilidad para la protección de edificios patrimoniales adaptándolos a usos cotidianos.
 
El Edificio:
El edificio que fue Refectorio del Convento, es un volumen sencillo de planta de salón rectangular, con cuatro columnas que forman diez bóvedas de crucería ojival gótico-mudéjar.
Existe además un sótano que consta de dos naves; una de bóveda de cañón corrido y la otra apuntada, que constituyen las construcciones más antiguas del convento dominico, están construidas en ladrillo o réjola por aproximación de hiladas según la forma habitual de los alarifes mudéjares. Además de estas bóvedas, existen unas salidas que conducen a otra pequeña nave de bóveda ojival y a pasadizos ya inexistentes.
 
 
Las bóvedas del sótano tienen un muro común de separación y apoyo tan solo perforado por un hueco de paso y dos ventanucos, todos ellos construidos con el propio ladrillo, consiguiendo singulares formas arquitectónicas.
 
 
La bóveda apuntada configuraba fachada del edificio en su época, conteniendo cinco huecos, resueltos con medio punto al exterior y lunetos hacia la bóveda, según la forma habitual de los alarifes mudéjares.
 
Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente:
 
El convento de los Dominicos obtuvo de Jaime I de Aragón la concesión de la pesca de esturiones en el río Ebro. Desde entonces, ha mantenido una estrecha relación con el agua al igual que Zaragoza. No en vano, la primera Confederación Hidrográfica se creó en nuestra ciudad.
 
 
Zaragoza fue de las primeras ciudades españolas que organizó en 1982 un servicio específico de medio ambiente. El Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente, pretende facilitar el acceso de los ciudadanos a la información ambiental, además de establecer los canales necesarios para que la misma pueda ser utilizada desde el mundo científico de la investigación al escolar, de lo público al sector privado o, simplemente, al interés de los ciudadanos por aumentar sus conocimientos.
 
 
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